Nuestros Principios

Somos itera y nuestra práctica es sencilla:
Menos etiquetas, más esencia.
Menos dogma, más criterio.
Menos ruido, más transformación real.


1. Pensamos diferente.

Porque no venimos de la teoría, venimos del terreno. Opinamos con cuidado sobre lo que no hemos vivido. Hablamos el lenguaje de los ejecutivos porque hemos tenido que decidir, liderar, responder.

2. No confundimos agilidad con juegos.

Valoramos lo lúdico, pero no lo adoramos. Los legos, los post-its, las dinámicas visuales nos gustan, pero no son el centro. El centro es el cambio real, el pensamiento estratégico, la evolución de las personas y los sistemas, en contextos humanistas.

3. No vendemos fórmulas.

No creemos en recetas universales ni en gurús de charla gremial. Cada organización tiene su punto de partida, su madurez, su ritmo. Partimos desde ahi y adaptamos, no imponemos. Escuchamos antes de evangelizar.

4. No usamos la agilidad como trinchera.

No peleamos contra SAFe, el PMI, Scrum, Kanban, pero si contra los fundamentalistas y superficiales. Nos importa extraer lo útil, lo que genera valor. Valoramos los principios por sobre los dogmas.

5. Hablamos con gerentes sin juzgarlos.

No los culpamos, los entendemos. Les mostramos con claridad cómo avanzar. No les proponemos cosas que causan risa o desconexión. Facilitamos puentes, no barreras.

6. Creemos en líderes que maduran, no que se refugian.

No ayudamos a formar jefes que dan órdenes, sino líderes que desarrollan personas. Porque no desarrollamos productos, sino personas que desarrollan productos.

7. No nos perdemos en la forma.

No importa si el rol está en el libro correcto. Importa si ese rol aporta valor, facilita colaboración y permite avanzar. La agilidad no está en el marco, está en la actitud, en la entrega continua de valor, en el respeto por el contexto.

8. Llamamos transformación a lo que transforma.

Y eso exige valentía, paciencia, diseño y acompañamiento real. No es un Big Bang ni un viaje eterno: es una travesía guiada con propósito y criterio.

9. Facilitamos el cambio, no lo dirigimos desde la sombra.

Porque los líderes también deben trabajar en equipo. Modelamos el liderazgo que queremos ver. No buscamos ser famosos ni populares, ni escondernos en multitudes ni gremios. El aplauso lo queremos de una versión evolucionada de nuestro cliente.